Diez consejos para que tu
coche no emita más CO2 del debido.
1- Revisar la batería y el sistema de encendido
(bujía/calentadores). Las bujías deben tener el electrodo en buen estado.
2- Motor combustión/Inyectores libres de cualquier suciedad. Deben
limpiarse las bombas de inyección. Si un vehículo tiene estas dos piezas en mal
estado, gasta más y por consiguiente contamina más. La aparición del
dispositivo llamado EGR, reduce los óxidos de nitrógeno y azufre emitidos
durante el funcionamiento del motor, haciendo recircular los gases de escape.
Algunos conductores manipulan esta válvula para conseguir un aumento de la
revoluciones del motor.
3- Revisar el aire acondicionado (filtro de polen). Un mal uso del
aire acondicionado eleva el consumo del combustible en un 15%. Gracias al
cambio al componente químico del gas (R134A), que elimina la presencia de
cloro, los vehículos cuentan con un componente menos contaminante, aunque se
hayan podio perder prestaciones.
4- Comprobar los niveles de aceites y líquidos (ejemplo: aceite del
motor, líquido de frenos, etc.) Al parecer, una elección incorrecta del tipo de
aceite puede aumentar el consumo hasta un 3%.
5- Revisar los filtros (combustible y aire). Los filtros obstruidos
o con un desempeño limitado, además de limitar la potencia del motor, afectan
al sistema de combustible, provocando un mayor desgaste del motor.
6- Revisar el estado de las correas.
7- Revisar los frenos (discos, pastillas, zapatas, tuberías).
8- Revisar la dirección y los amortiguadores.
9- Revisar el estado de los neumáticos (presión, alineado y
profundidad). El consumo de combustible por utilizar un neumático sin la
presión fijada por el fabricante aumenta en un 3%.
10- Revisar las fugas y el nivel de humos en el sistema de escape.
Un motor mal reglado puede incrementar el consumo en un 9%. Los catalizadores,
que ya son obligatorios en los vehículos de uso de gasolina sin plomo, juegan
un papel importante en el proceso de selección de gases.
Fuente: GT Motive.