El reciclaje en España contribuye al 8,5% del total del reciclado en
Europa. En el Viejo Continente se recuperan anualmente más de 42.630
millones de botellas y tarros para reconvertirlos en nuevos envases de
vidrio.
España contribuye en un 8,5% al total del reciclado europeo, situándose
como el quinto país de Europa en reciclado de vidrio; por detrás de
Alemania, Francia, Italia e Inglaterra.
En todo el continente se reciclan anualmente más de 42.630 millones de
botellas y tarros, lo que supone un ahorro de 23,12 millones de MWh de
energía y una reducción en las emisiones de CO2 de 7,95 millones de
toneladas. En este aspecto, los españoles contribuyen notablemente al
volumen total de reciclado en Europa con más del 8,5%, lo que significa
que cada español deposita una media de 75 botellas y tarros al año en
los contenedores verdes de reciclado del vidrio.
Según revelan las estadísticas de Ecovidrio, catalanes y valencianos se
encuentran entre los ciudadanos españoles que más kilos de vidrio
reciclan y, de forma correspondiente, también son las comunidades
autónomas con un mayor número de contenedores destinados a tal fin.
Las campañas de sensibilización españolas han jugado un papel
fundamental a la hora de redirigir las costumbres de los consumidores.
Dentro del proceso de reciclaje, ANFEVI recuerda que todos los vidrios
son reciclables, a pesar de la polémica respecto a los envases
reutilizables y envases de un solo uso. Tal y como explica Karen Davies,
responsable de comunicación de ANFEVI, "Todos los envases de vidrio,
tanto los de un solo uso como los retornables, son reciclables y se
reciclan al final de su vida útil, tras la que, en lugar de convertirse
en un objeto sin valor, se convierten de nuevo en materia prima para
crear nuevos envases, un círculo infinito y un reciclado integral que es
un ejemplo a seguir de economía circular".
Friends of Glass destaca que la crisis ha sido un factor determinante a
la hora de inculcar el valor de la responsabilidad social y comprender
que los recursos son limitados y no se pueden malgastar. La crisis ha
llevado a fomentar un círculo infinito, en el que los envases de vidrio
son constantemente reciclados y reutilizados, un proceso opuesto a un
ciclo lineal de usar y tirar.
Desde Europa se están llevando a cabo una serie de medidas con el
objetivo de garantizar un uso más sostenible de los recursos y reducir
el impacto medioambiental. El pasado 23 de julio, la Comisión Europea
propuso un nuevo objetivo de reciclaje obligatorio para toda la UE del
70% de los residuos urbanos de aquí a 2030. Bruselas sostiene que,
además de mejoras medioambientales, la medida conseguirá un aumento del
PIB de cerca de un 1% y se crearán 2 millones de puestos de trabajo
extra.
Respecto al impacto en nuestro país, Karen Davies afirma "La industria
vidriera española está preparada para reciclar cuantos envases se puedan
recuperar". Además, destaca: "España es un país netamente exportador de
envases vacíos y sobre todo de envases llenos con productos nacionales.
Las campañas de sensibilización son fundamentales a la hora de elevar
los niveles de reciclado, lo que incide a su vez en la capacidad de
crear nuevos envases de vidrio que impulsan la imagen, valor y garantía
de los productos que se comercializan desde España y representan al
país".
La crisis
y las campañas de sensibilización han conseguido que cada ciudadano
español recicle una media de 75 envases al año en el contenedor verde,
por lo que España se sitúa como el quinto país europeo en reciclaje de
vidrio, según una nota publicada hoy por la organización Anfevi.
La información facilitada este martes por la Asociación Nacional de
Fabricantes de Envases de Vidrio (Anfevi) recoge las impresiones de la
plataforma de consumidores Friends of Glass y de la asociación sin ánimo
de lucro Ecovidrio, las más activas en las campañas de concienciación, a
la hora de señalar a la crisis
como "un factor determinante" para "inculcar el valor de la
responsabilidad social y comprender que los recursos son limitados y no
se pueden malgastar".
Este tipo de campañas ha desempeñado un papel fundamental a la hora
de "fomentar un círculo infinito, en el que los envases de vidrio son
constantemente reciclados y reutilizados, un proceso opuesto al ciclo
lineal de usar y tirar".
Catalanes y valencianos son los ciudadanos que reciclan más kilos
anuales de este material, según las estadísticas, gracias en parte a
contar con un mayor número de contenedores verdes en sus respectivas
comunidades autónomas.
"La industria vidriera española está preparada para reciclar cuantos
envases se puedan recuperar" ha asegurado la responsable de comunicación
de Anfevi, Karen Davies, quien ha identificado al país como "un
exportador neto de envases, vacíos o llenos, de productos nacionales".
Así, España se sitúa a nivel europeo apenas unos escalones por detrás de Alemania, Francia, Italia e Inglaterra
y contribuye casi en un 10 % al total de reciclado del continente, que
alcanza más de 42.630 millones de tarros y botellas reutilizadas al año.
El reciclaje de tal cantidad de envases supone un ahorro de 23,12
millones de megavatios de energía, que de otro modo se emplearían para
la fabricación de nuevas piezas, así como una reducción de 7,95 millones
de toneladas de Co2 que se emitirían a la atmósfera.
A pesar de estas cifras favorables, la Comisión Europea
busca potenciar aún más el reciclaje con medidas como la aprobada el
pasado 23 de julio, que impone para 2030 el reciclaje obligatorio de al
menos el 70 % de residuos urbanos.
"Bruselas sostiene que, además de mejoras medioambientales, la medida conseguirá un aumento del PIB
de cerca de un 1% y se crearán 2 millones de puestos de trabajo extra",
ha añadido Davies a propósito de la tendencia europea de reducir el
impacto medioambiental y garantizar el uso sostenible de recursos.
Para contribuir al reciclaje de este material, Anfevi recuerda a los
ciudadanos que "todos los envases -tanto los retornables como los de un
solo uso o los vidrios de color-, son reciclables" y pueden pasar de ser
"un objeto sin valor a convertirse de nuevo en materia prima". EFE
Ecoembes ha preparado una serie de recomendaciones para que los ciudadanos tengan un verano más sostenible, y Mundo Ejecutivo las recoge:
1. Al llegar a tu lugar de destino, localiza los contenedores de reciclaje más cercanos y recuerda: los envases de plástico, las latas y los briks van al amarillo, mientras que el papel y el cartón al azul.
2. Cuando estés en la playa o la montaña nunca abandones residuos. Guarda los productos consumidos a lo largo del día y deposítalos posteriormente en el contenedor o papelera correspondiente.
3. Si el alojamiento donde estás pasando tus vacaciones no tiene cubos para distintos tipos de residuos, ¡no hay excusa! Coloca un par de bolsas en alguna parte, apenas ocupan espacio y así podrás seguir reciclando como en casa.
4. Aprovecha el tiempo libre para inculcar a los más pequeños la importancia de las 3R de manera divertida. Podéis hacer juguetes y manualidades con los objetos que normalmente tiramos a la basura, como una casa hecha a partir de cartón, o jugar a las adivinanzas con los colores de los contenedores.
5. Tan importante como reciclar es reducir la cantidad de basura que generes. Reutiliza las bolsas de plástico tantas veces como puedas y, cuando ya no las vayas a usar, deposítalas en el contenedor amarillo. El papel puedes colocarlo en un montón, aprovecharlo hasta que no se pueda escribir más en él y después, al contenedor azul.
6. Sé responsable a la hora de consumir, infórmate de la procedencia de los productos que compras y prioriza aquellos que sean respetuosos con el medio ambiente.
7. Si además vas a pasar unos días en un espacio natural protegido como una Reserva de la Biosfera o un Parque Nacional, es más necesario aún cuidar del entorno, porque la alteración de su ecosistema puede provocar daños irreparables. Procura que la única huella que dejes sea la de tus zapatos.
8.Practica el turismo sostenible. Intenta moverte en transporte público, bici o caminando para contaminar menos y elige alojamientos respetuosos con el medio ambiente.
9. Durante las vacaciones no malgastes los recursos naturales, vigila tu consumo de agua y electricidad al igual que lo harías en tu propia casa.
10. Si tienes dudas relacionadas con el reciclaje puedes consultarlas al momento en la web de Ecoembes www.ecoembes.com o a través de tu móvil con la App “Guía Reciclaje”.
Debemos cuidar entre todos del medio ambiente y seguir reciclando en vacaciones. Con estos sencillos gestos podemos hacer mucho para seguir disfrutando cada verano de la naturaleza que nos rodea.
Reducir el consumo, reutilizar los objetos, reciclar los materiales y retornar los envases son las cuatro erres con que se formulan los mandamientos de la sostenibilidad. Esto es especialmente cierto si se siguen algunas cadenas de reciclaje: “El reciclaje en España es malísimo porque la separación de los materiales es pésima”, denuncia Julio Barea, portavoz de Greenpeace. Pero hay más: “De hecho, hay cosas que no recogen en los puntos limpios porque no saben qué hacer con ellas”. Y a estas se unen “los residuos para los que no se ha pagado el punto verde –el símbolo con que se identifican los envases que se pueden reciclar y que, por tanto, entran dentro del Sistema Integrado de Gestión de Residuos (SIG)–, de modo que según la legislación no podrían procesarse. Por ejemplo los vasos, los vinilos, las perchas”.
¿Qué hacemos con estos objetos? “La UE se está planteando separar los residuos por materiales y no por usos", cuenta Ana Gutiérrez, responsable de comunicación de la plataforma Retorna: la percha de plástico o un bolígrafo gastado sería lógico poder tirarlos al contenedor de envases, aunque no sean recipientes; si finalmente se procesan o no dependerá de la filosofía de cada planta de reciclaje”. Objetos como los neumáticos o las neveras tienen incluida en el precio una tasa para costear su tratamiento, según cuenta Barea, de modo que el distribuidor está obligado a recogerlos.Por último, muchos de los objetos que tiramos pueden tener una segunda vida después de reparados. La Asociación Española de Recuperadores de Economía Social y Solidaria aglutina entidades y ONG volcadas en recuperar la utilidad de los objetos y ayudar así a grupos sociales menos favorecidos.
¿Qué hacer con…?
Gafas
Algunas ONG como el Centro de Reciclaje de Gafas del Club Leonésrecogen gafas viejas para enviarlas al Tercer Mundo. “También pueden llevarse a la óptica donde seguro que le encuentran un buen uso”, dice Julio Barea.
Bombillas
Ambilamp se encarga de recoger y dar el tratamiento adecuado a todo tipo de bombillas, desde las de bajo consumo de generaciones anteriores, fluorescentes o LED. Consulte aquí el mapa de puntos de recogida.
Aceite
Empresas como Ekogras o Reseave recogen el aceite usado para convertirlo en glicerina o biodiésel. “También hay en muchas ciudades contendores de recogida”, añade Barea y tumba un mito: a veces se ha dicho que el aceite se puede tirar con los plásticos porque favorece su reciclado, “pero eso es para incinerarlo y no reciclarlo; no es el objetivo”.
Tornillos, tuercas...
Los metales tienen un alto valor. “Con ellos se puede hacer dos cosas: o se lleva al punto limpio o se tira al contenedor de ‘resto’. Cuando la basura general llega a las plantas de procesado, pasan por unos trómeles que se encargan de abrir las bolsas y separar residuos. En este punto del proceso intervienen un electroimán que recoge los metales y un imán de corriente de Foucault, que atrapa el aluminio”.
Productos peligrosos
Como los aerosoles. “Todos los barrios tienen un servicio de recogida de este tipo de productos, que si no se reciclan de forma conveniente son altamente contaminantes”, enfatiza Barea. “Lo mejor es llamar al teléfono de atención al ciudadano y enterarse de qué horario y paradas tiene el camión que recolecta estos residuos”.
CD y vinilos
“Dado que no los recogen en el punto limpio”, lamenta Barea, “solo se puede hacer dos cosas: o se tiran a restos (el contenedor verde en ciudades como Madrid; el destinado a tal efecto en otras, como Barcelona, en donde tienen un contenedor específico para restos orgánicos). Lo ideal sería minimizar la compra de este tipo de productos”.
Césped y hojas
Muchos ayuntamientos, sobre todo de ciudades más pequeñas donde es más habitual tener un jardín, tienen habilitados días para recogida de podas –según explica Barea–, pues se trata de residuos de gran volumen. Infórmese en el suyo.
Chicles y otros petróleos
Hay veces en que la respuesta es taxativa: “No se reciclan”, advierten en Greenpeace. “No queda más remedio que tirarlos a la basura general”.
Medicinas
Todas las farmacias tienen lo que se denomina “Punto Sigre, donde se aceptan tanto medicamentos caducados como sus envoltorios”.
Muñecos y juguetes
“Muchos juguetes se enfrentan al mismo problema que las perchas o los bolígrafos”, explica Ana Gutiérrez: “Son de plástico, pero estos productos no pagan el punto verde y, por tanto, no entran en el circuito del reciclaje. Se puede optar por tirarlos en el contenedor amarillo o por buscar una organización cerca de nuestra casa que recoja y repare juguetes para darles una segunda vida”.
PlasticsEurope, asociación que representa a los fabricantes europeos de materias primas plásticas, ha firmado un acuerdo de colaboración con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. El acuerdo ha sido rubricado por el Secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos y por el Director General de PlasticsEurope en la región ibérica, Manuel Fernández.
En el marco de este acuerdo, ambas entidades colaboraran en la definición y desarrollo de proyectos orientados al fomento de la sostenibilidad mediante el impulso de la eficiencia en el uso de los recursos y el máximo aprovechamiento de los residuos plásticos.
Desaprovechar el valor de los plásticos permitiendo que acaben en los vertederos no es una opción sostenible de gestión de residuos ya que impide explotar su potencial para ser transformados en materiales reciclados de calidad o para ser utilizados como fuente de energía alternativa gracias a su alto poder calorífico. Por esta razón, PlasticsEurope lleva años trabajando en su iniciativa 'Objetivo cero plásticos en vertedero en 2020'.
Según este convenio, y siguiendo la línea de la Hoja de ruta de la Comisión Europea hacia una Europa eficiente en el uso de los recursos, es prioritario el desarrollo de instrumentos que permitan disociar la relación existente entre crecimiento económico e incremento en la generación de residuos. Se trata de considerar los residuos como recursos, avanzando así hacia una economía circular. De este modo, el convenio destaca que la política de residuos ha de orientarse con el principio de jerarquía en la producción y gestión de éstos.
Ello implica como primera opción la prevención, seguida de la preparación para la reutilización y el reciclaje mecánico de calidad, opciones ambas que tienen un gran potencial de aplicación en el ámbito de los plásticos. Para los residuos en los que no sean posibles las dos opciones anteriores desde un punto de vista técnico, económico o medioambiental, el acuerdo reconoce que la solución más sostenible, dado el importante poder calorífico de los plásticos, es la recuperación energética.
Las actividades en el marco de este convenio estarán dirigidas por una comisión de seguimiento formada por presentantes de PlasticsEurope y del MAGRAMA, la cual elaborará y difundirá un informe anual con los últimos avances en las materias descritas en el convenio. Además, este acuerdo prevé la organización de eventos conjuntos que apoyen la sostenibilidad y la educación ambiental.