Evita la Grúa. Puesta a punto para viajes largos
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Ya sea la crisis, el olvido o la dejadez, los propietarios de vehículos cuya edad sobrepasa la década suelen obviar las visitas a los talleres. Hemos inaugurado período estival y, con él, deberíamos haber revisado nuestro coche o, al menos, habérnoslo planteado.
Tengas o no la suerte de viajar este verano, es un buen momento para que revises tu vehículo. Recuerda que, aunque lo hayas examinado hace poco existen ciertos elementos que pierden calidad con el paso de los días y que tú mismo puedes examinar.
Es el caso de los neumáticos, el dibujo de la goma y la presión son dos de los factores que te hablarán de la salud de las ruedas de tu vehículo. De ellos depende un agarre óptimo y una conducción segura, sobre todo, si subes a otras cuatro personas y cargas el maletero.
El aceite también es un punto fundamental. No bajes la guardia ni esperes a que sea el coche el que te dé la voz de alarma, porque, igual, es demasiado tarde: revisa los niveles y mantén limpios los filtros; lo contrario puede fundir el motor.
Los discos y las pastillas de los frenos no son menos importantes, ya que pueden deformarse.Es conveniente cambiar los discos cada 20.000 kilómetros, no superar el ‘mínimo espesor’.
Y, antes de salir de casa, asegúrate de que llevas recambio de todas las bombillas: no puede fallar ninguna luz. Los cristales y tulipas de los faros tienen que mantenerse limpios.
La batería, el nivel de agua, las gomas del limpiaparabrisas, la suspensión, la distribución y el estado de las placas de matrícula también deberán contar con el visto bueno antes de iniciar la ruta.
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