miércoles, 4 de febrero de 2015

MOVILEXCARD lanza su plataforma de e-comerce para la venta de piezas de coches a través de internet

La empresa extremeña de reciclaje, Movilex pone en marcha la venta de piezas de segunda mano para coches y lo hace a través de su filial MovilexCard que es la que se encarga de que los residuos que genera un coche fuera de uso sean reciclados de forma que cumpla con todas las normativas vigentes de carácter medioambiental. Movilex Card es centro autorizado de reciclaje y descontaminación de vehículos fuera de uso y gestor autorizado de residuos.
El site www.movilex.es/recambiosverdes ha sido diseñado para ofrecer una experiencia de compra online caracterizada por la simplicidad y está adaptado para la compra desde cualquiera de los navegadores disponibles. La página arranca con siete productos y que se van actualizando diariamente. Los precios de venta son los mismos a los del desguace propio y el cliente puede escoger la posibilidad de recoger el envío en su domicilio o en el desguace. También es importante decir que todas las piezas disponen de todas las garantías y ofrece la posibilidad de devolución. Con ello la empresa quiere dar transmitir seguridad en un entorno, aunque cada vez menos, nos resulta un poco inseguro. 

Con esta iniciativa Movilex pretende facilitar la búsqueda de piezas de segunda mano tanto a profesionales de la reparación como a particulares que cada vez más, se aventuran a realizar sus propias reparaciones y ahorrar el laborioso trabajo de tener que desplazarse en la búsqueda de las piezas con lo que ello conlleva de pérdida de tiempo y el coste de los desplazamientos.

martes, 3 de febrero de 2015

LA REINA SOFÍA VISITA EL PROYECTO 'LA MÚSICA DEL RECICLAJE'


La reina Sofía visitó hoy en Madrid a los niños del proyecto 'La Música del Reciclaje', una iniciativa impulsada por Ecoembes y apoyada por la Fundación Reina Sofía. 

Doña Sofía ocupa la Presidencia de Honor del Comité Protector de este proyecto, que tiene su origen en la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura. 'La Música del Reciclaje' busca ofrecer formación musical a menores en riesgo de exclusión social, educándoles en valores y favoreciendo su superación personal. Además, mediante la participación en la construcción de sus propios instrumentos reciclados, inculca la importancia que el reciclaje tiene para el medio ambiente. 
La reina Sofía asistió a una clase de ensayo celebrada en uno de los centros participantes, el Centro de Acogida Villapaz, situado en Pozuelo de Alarcón (Madrid) y en el que viven 20 de los niños integrantes de la orquesta. Otros 60 menores pertenecientes al colegio público Nuñez de Arenas, situado en el barrio de Vallecas, completan el grupo musical, que combina instrumentos tradicionales y reciclados.
Recibida por Miguel Ángel Jiménez, director gerente del Instituto Madrileño de la Familia y el Menor de la Comunidad de Madrid, y por Sonia Hernando, directora de la Residencia Materno-Infantil 'Hogar Villa-Paz', la reina Sofía visitó las instalaciones de Villapaz acompañada por Óscar Martín, consejero delegado de Ecoembes; Inma Shara, directora de orquesta; Javier Urra, psicólogo forense e infantil; María Franco, directora general de la Fundación Lo Que De Verdad Importa; y María Iturriaga, directora ejecutiva adjunta de Campus de Valencia de la Universidad de Berklee, miembros del Comité Protector del proyecto. 
Óscar Martín, consejero delegado de Ecoembes, señaló como gracias al proyecto, los niños no solo aprenden música, sino que también "adquieren valores esenciales como el trabajo en equipo, el esfuerzo, la disciplina o el necesario respeto hacia nuestro medio ambiente". En definitiva, afirmó, se les brinda "una segunda oportunidad, un mejor futuro gracias a la música y al reciclaje".
El origen de la iniciativa se remonta a principios de 2014, fecha en la que Ecoembes hizo posible que la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura (Paraguay) visitara España. Inspirándose en esta iniciativa, Ecoembes decidió hermanarse con esta singular orquesta y trasladar su filosofía a España. Durante las pasadas navidades, una pequeña muestra de la orquesta 'La Música del Reciclaje' compartió escenario en el Auditorio Nacional de Madrid con la orquesta de Cateura que, en presencia de doña Sofía, supuso su estreno en un escenario. Actualmente, los niños y niñas participantes reciben dos clases semanales de música, y su objetivo 2015 será participar en una pequeña audición en la que mostrar al público todos los avances realizados durante el curso.

teinteresa.es

lunes, 12 de enero de 2015

10 Razones para reciclar

  • Se reduce la sobreexplotación de los recursos naturales y la contaminación del aire y el agua.
  • Una gota de aceite usado contamina 1000 litros de agua.
  • El reciclaje es una de las actividades más sencillas en las que podemos participar directamente.
  • Por cada tonelada de papel que se recicla se salvan 18 árboles.
  • Disminuye la presión sobre los rellenos sanitarios existentes, aumenta su vida útil y reduce la necesidad de crear otros nuevos.
  • Si reciclamos le damos tiempo al planeta para reforestarse.
  • Recuperar dos toneladas de plástico equivale a ahorrar una tonelada de petróleo.
  • Se ahorra tiempo y dinero en la elaboración de nuevos productos.
  • Por cada envase que se recicla se ahorra la energía necesaria para mantener un televisor encendido por 3 horas.
  • Reciclar es reflejo de cultura y responsabilidad social.
  • martes, 25 de noviembre de 2014

    El reciclaje y la música se fusionan para dar un concierto en Barcelona

    La Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura ofrecerá un concierto en el Palau de la Música de Barcelona el 28 de diciembre. La orquesta está compuesta por niños de entre 8 y 18 años y se caracteriza por emplear en sus actuaciones instrumentos musicales fabricados con materiales recogidos del vertedero.
    En sus conciertos, el grupo suele ofrecer un repertorio muy variado que va desde Beethoven hasta Metallica. La audición contará además con la colaboración del artista invitado Miguel Poveda, que unirá su voz a la orquesta en una de las canciones. El Palau de la Música ya ha puesto las entradas a la venta.
    La iniciativa surgió en el barrio de Cateura de la ciudad de Asunción, la capital de Paraguay. El barrio fue construido sobre un vertedero después de un proyecto fallido de reciclaje y la mayoría de sus habitantes trabajan entre la basura. Fue entonces cuando Favio Chávez, fundador y actual director de la Orquesta, decidió combinar los valores de la música y el reciclaje y enseñarlos a los hijos de los trabajadores. Lo que en su día empezara con 10 miembros, ha ido creciendo con el tiempo hasta los 80 menores que hoy componen el grupo.
    La orquesta cuenta con lutiers profesionales para la elaboración de sus particulares instrumentos, consiguiendo así un sonido muy parecido al de los convencionales. Los niños, que también participan en el proceso de fabricación, son capaces de tocar instrumentos convencionales a la perfección, ya que, según Chávez, “tienen la misma afinación y la misma posición”.
    La visita a Barcelona es la primera parada de la gira que la agrupación musical dará en España, que la llevará a realizar tres conciertos más en Bilbao, Valencia y Madrid. Todo el dinero que se recaude se destinará a los miembros de la orquesta.
    fuente: abc.es

    viernes, 7 de noviembre de 2014

    El reciclaje como vía de transformación económica

    Naciones Unidas ha reclamado en los últimos días la toma de medidas para parar los efectos del cambio climático, que solo irán a peor si los Estados no reaccionan a tiempo de manera contundente. La mayor petición ha sido la fijación del año 2100 como límite para eliminar la mayoría de gases contaminantes que hoy se emiten a la atmósfera. La Unión Europea, por ejemplo, ha acordado que para el año 2030 se hayan reducido las emisiones de CO2 en un 40% con respecto al nivel de 1990, año de referencia sobre el que se realizan las estimaciones. En 2013, la disminución se situaba cerca del 20%, que en un principio era lo fijado para 2020.
    La reducción de los gases contaminantes y, en general, la preservación del medio ambiente es una tarea que atañe a todos los agentes de la sociedad: políticos, empresarios y ciudadanos tienen la responsabilidad de dejar un planeta más saludable a las generaciones venideras. Y eso empieza desde los gestos más pequeños del día a día. El reciclaje de los envases es el primer paso en esa cadena comunitaria, una acción que no hace tanto era extraña en la mayoría de viviendas de nuestro país, pero que en la actualidad es aceptada y asumida por casi todos. La proliferación de contenedores para la separación de residuos ha sido clave, pero no menos las campañas de información y concienciación que justifican al ciudadano por qué debe separar los envases que utiliza según su material.
    Lo andado en esta materia, así como los pasos pendientes por dar en regulación, coordinación y concienciación fueron algunos de los temas abordados en un desayuno organizado por CincoDías en el que esos agentes sociales, políticos, empresarios y consumidores estuvieron presentes en la mesa de debate. En el plano político, la representación estuvo a cargo de María Jesús Serrano, consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, y de Pedro del Cura, alcalde del municipio madrileño de Rivas Vaciamadrid, referencia en gestión medioambiental. Por el lado empresarial acudieron Yolanda Fernández, responsable de medio ambiente y acción social de Alcampo, y en representación de los consumidores, Gustavo Samayoa, presidente de la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI). Además, el debate contó con la presencia de Óscar Martín, consejero delegado de Ecoembes, organización sin ánimo de lucro que trabaja con municipios y empresas de todo el país en la gestión del reciclaje de envases.
    Precisamente, Martín lanza los primeros resultados que muestran si en nuestro país nos tomamos en serio el reciclaje: la tasa de reciclado es del 73%, por encima del objetivo del 55% de la Unión Europea, lo que nos coloca entre los líderes del continente en esta materia. Asimismo, el último Eurobarómetro refleja que el 96% de los españoles considera muy importante la preservación del medio ambiente, frente al 94% de media en el resto de Europa: “La sociedad es cada vez más consciente de que puede satisfacer sus necesidades sin comprometer los recursos del futuro”, afirma Martín, quien también apunta la importancia de la concienciación empresarial: “Hay un cambio de racionalidad en la empresa. También deben reportar beneficios a la sociedad y al medio ambiente”.
    Trabajo didáctico

    Rivas, una ‘smart city’ de referencia global

    La tecnología, como en tantos otros aspectos, será parte fundamental en el desarrollo de las ciudades durante las próximas décadas. Tecnología traducida en servicios que favorezcan el bienestar de los ciudadanos y, además, reduzcan al mínimo el impacto sobre el medio ambiente. Lo que ha pasado a denominarse smart city, una ciudad inteligente al servicio de sus habitantes.
    La multinacional española Indra, que trabaja en este concepto de tecnología urbana, ha realizado una encuesta que recoge la opinión de más de 2.000 personas de 234 ciudades y 32 países, en la que se cuestiona sobre los aspectos básicos de una ciudad inteligente: tiempo empleado para llegar al trabajo, percepción de seguridad, respuesta ante emergencias, calidad del servicio sanitario, nivel de sostenibilidad, administración electrónica y limpieza.
    Y entre ciudades como Medellín, Santiago de Chile o Lisboa se cuela Rivas Vaciamadrid, que, como reconoce el estudio, fue una de las primeras en España en apostar por iniciativas de smart cities. El municipio madrileño supera con holgura la nota media mundial en aspectos como limpieza, con una nota de 7,8 sobre 10, percepción de sostenibilidad (7,1) o percepción de seguridad (7,4).
    “Rivas es una ciudad en la que se lleva mucho tiempo trabajando en la sostenibilidad y economía verde”, afirma su alcalde, Pedro del Cura, quien señala la coherencia como una de las claves de ese éxito:“Yo no puedo sentarme con los empresarios de mi ciudad y plantearles adoptar prácticas de sostenibilidad y corresponsabilidad si nosotros no las llevamos a cabo”, explica. “Rivas es una ciudad que tenía 500 habitantes a principios de los años ochenta. Ha crecido junto a los ríos Jarama y Manzanares y con el estigma del vertedero más descontrolado de Europa. Ha crecido muy deprisa, y necesitaba construirse en torno a estas prácticas”.
    El regidor municipal, pese a los avances, reclama una mayor implicación de las Administraciones en materia legislativa y de inversión en I+D:“Necesitamos investigar otra forma de tratar la basura”.
    Ecoembes trabaja con unas 12.000 compañías en la gestión de sus residuos. Una de ellas es Alcampo. Por todos sus centros pasan 100 millones de clientes, un gran número de personas a las que convencer de lo necesario de reciclar y gestionar los residuos de la forma adecuada. Su responsable de medio ambiente, Yolanda Fernández, resume la importancia de la educación citando a Sócrates: “Todo vicio es el resultado de la ignorancia y la virtud es conocimiento. La educación es fundamental”, asegura, aludiendo a las continuas campañas de cartelería que se llevan a cabo en sus centros: “Explicamos por qué es importante reciclar, por qué es importante comprar un producto ecológico. Le damos esa importancia para que la educación ambiental forme parte de su criterio de decisión al adquirir un producto”. Gustavo Samayoa, por su parte, distingue entre información y educación a la hora de comprobar el grado de concienciación de la ciudadanía: “Hay demasiada información, pero poca formación. Al ciudadano, cuando se le anima a reciclar no se le dice para qué, no se le ha formado para que sepa adónde va ese reciclado. Se va a concienciar cuando sepa que esos residuos van a ir a una transformación”.
    En este sentido, la educación desde las edades más tempranas puede resultar fundamental. Rivas Vaciamadrid, municipio localizado en el sureste de Madrid, tiene algunas particularidades que le han convertido una referencia en la gestión de residuos. Por un lado, la convivencia con el mayor vertedero de la región, Valdemingómez, y por otro, el hecho de ser la localidad con la media de edad más joven de España, que no llega a 35 años. Ambos factores ayudan a una mayor concienciación de su población: “Nos hemos dado cuenta de que la clave, más allá de las campañas, tiene que ver con la educación”, destaca su alcalde, Pedro del Cura. “El trabajo didáctico que hacemos con niños y jóvenes se transfiere a las casas. Son ellos los que obligan a sus padres a reciclar; han modificado la forma de reciclar del mundo adulto”.
    La Junta de Andalucía fue la primera Administración autonómica en poner en marcha un departamento dedicado exclusivamente a políticas relacionadas con el medio ambiente. Su consejera en este ámbito, María Jesús Serrano, ahonda en la vía de la educación, subrayando que “no solo se tiene que informar y concienciar, también enseñar, y el ciudadano necesita que le facilites las herramientas de reciclado”. Óscar Martín de Ecoembes aporta valiosos datos en torno a este debate. En los últimos 15 años, la organización ha realizado 3.300 campañas de reciclado. 750.000 niños reciben información cada año y en la actualidad están instalados 570.000 contenedores en la vía pública. “Cuando empezamos, apenas el 20% de los ciudadanos afirmaba separar sus residuos. Hoy llegamos al 83%”, aunque también señala aspectos a mejorar, como en “plantearnos la educación de medio ambiente dentro de la estructura de las políticas educativas del país”.
    Pero más allá del componente social y medioambiental intrínseco en el reciclaje, la gestión de residuos incluye también un lado económico derivado del aprovechamiento de estos. “Hay que dejar de hablar de residuos y empezar a hablar de materias primas secundarias, de subproductos... Tenemos que crear toda una tecnología que ponga en marcha industrias que sean capaces de transformar lo que hoy es un residuo en una materia prima secundaria, con todo el impacto que tiene”, enfatiza la representante de Alcampo, quien pide “el apoyo de las Administraciones y de todos los sectores para que esto sea fácil y vaya a una velocidad de crucero”.
    Óscar Martín alaba las medidas llevadas a cabo por las empresas, “por ejemplo, en el empaquetado. En total, se han puesto en marcha más de 34.500 medidas en el ámbito de los residuos. Gracias a ellas se han ahorrado 450.000 toneladas de materias primas”. Ahí entra el concepto, según Martín, de responsabilidad del productor, clave para consolidar la idea de economía circular, que redunde “en el aprovechamiento de los productos y que genere beneficios para el medio ambiente y para el bienestar social”. Por ejemplo, con la incidencia en el empleo.
    La importancia de la política
    La consejera andaluza de Medio Ambiente resalta el hecho de que “23.000 personas estén empleadas en gestión de residuos y economía verde” en la región. Para ello, también resulta clave la legislación y la colaboración entre Administraciones. Yolanda Fernández muestra su preocupación por “las dificultades para dar respuestas a las exigencias de todas las Administraciones. Pedimos más organización, no puede haber respuestas diferentes para las mismas cuestiones”.
    Gustavo Samayoa añade que “cada vez que llega un partido se cambian las leyes medioambientales”, y se muestra partidario de “una gestión integral del medio ambiente”.
    El alcalde de Rivas, Pedro del Cura, desvela que “no está habiendo una colaboración con quien tiene que ver la viabilidad real de hacer más sostenibles las ciudades”, las Administraciones autonómicas y estatales: “La mayoría de ciudades nos buscamos la vida. El medio ambiente no puede depender de una voluntad ideológica”.
    fuente: CincoDias

    lunes, 3 de noviembre de 2014

    Naciones Unidas advierte: "La basura electrónica es una bomba de relojería"

    Millones de móviles, cámaras digitales, ordenadores, tabletas y demás artilugios electrónicos acaban cada año en la basura común, lo que supone un enorme peligro para la salud y el medio ambiente, advierte Naciones Unidas.
    Y el problema va a más: si en el año 2000 se produjeron alrededor de 10 millones de toneladas de desechos electrónicos, ahora son unos 50 millones, equivalente a ocho veces el peso de la gran pirámide egipcia de Guiza.
    Esa cifra significa que cada habitante del planeta genera una media de siete kilos de basura tecnológica y los cálculos prevén que en los próximos tres años esos residuos aumenten en un tercio, según datos de Naciones Unidas.
    La basura per cápita producida varía según la riqueza y consciencia ambiental de cada país, y va desde los 63 kilos que genera un catarí, pasando por los casi 30 de un estadounidense, los 23 de un alemán, los 18 de una español, los 9 de un mexicano, los 7 de un brasileño o los 620 gramos de un maliense. Muchos aparatos electrónicos, que tienen una vida cada vez más corta, están cargados de metales pesados muy dañinos para la salud.
    Materiales como el plomo, el mercurio, el cadmio o el zinc pueden ser una fuente contaminante a largo plazo si no se los recicla de forma adecuada. Algo que sólo se hace con una mínima parte de toda esa basura, según denuncian desde Naciones Unidas y grupos de protección del medioambiente.
    La Oficina de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), con sede en Viena, calcula que en 2016 los países en desarrollo producirán ya más basura electrónica que los industrializados. Un desafío añadido porque esas naciones cuentan con menos medios para abordar el problema.
    Para dar una respuesta a esta situación, la ONU ha lanzado la Iniciativa StEP, con el objetivo de promover la reutilización y aumentar el ciclo vital de los productos electrónicos. Ruediger Kuehr, secretario ejecutivo de StEP, reconoce que aunque éste es un problema medioambiental subestimado, al menos comienza a figurar en la agenda política internacional.
    "Estamos muy al inicio, por el momento no podemos decir que estemos en el buen camino, pero al menos está abriéndose paso en la agenda política", explica el experto alemán en Viena. "Quienes toman decisiones políticas, como los Gobiernos, son conscientes de que esto es una bomba de relojería y de que se deben tomar decisiones", asegura.
    El problema afecta a todos los países, porque en el mundo rico tampoco se recicla lo suficiente, falta concienciación sobre el problema y se tiene una visión equivocada de los peligros. "Los consumidores (en los países industrializados) no son del todo conscientes del desafío que supone la basura electrónica", ya que consideran que es un problema lejano, que afecta a quienes desmantelan los equipos de forma rudimentaria en África o Asia.

    El reciclaje, sólo una parte del problema

    Y aunque ese tipo de reciclaje en precarias condiciones es muy peligroso, sólo es una parte del problema. La cuestión de fondo es que "sólo una pequeña parte del material electrónico se recicla en países como Alemania, Reino Unido o Estados Unidos", recuerda Kuehr.
    Si en el mundo desarrollado la falta de reciclaje electrónico se debe a la escasa concienciación, en los países en desarrollo es por simple ausencia de infraestructuras para ello.
    Kuehr afirma que algunas empresas tecnológicas han comenzado a tomar "cierta responsabilidad sobre la basura electrónica generada" mediante distintos programas, pero carga sus críticas en el consumidor que demanda tecnología al menor coste posible.
    "Hay que criticar al consumidor, que sólo quiere la última tecnología por muy poco dinero. Y eso se traduce en que es muy difícil de reparar o es de muy baja calidad, lo que reduce la vida de estos productos", subraya.
    "Si levantaran la voz y dijeran que quieren equipos baratos pero también que se puedan reparar y renovar para que sirvan mejor en el futuro, porque son conscientes de las implicaciones ambientales, entonces las compañías responderían", asegura.
    Por eso, Kuehr aboga por campañas públicas y educativas para concienciar sobre este problema y sobre su impacto en el medio ambiente, y aclara que si no se da respuestas a esta situación "será difícil crear innovaciones tecnológicas sostenibles" en el futuro.

    En busca de un modelo sostenible

    Para este experto, el objetivo a largo plazo es "cerrar el ciclo y llegar a un modelo sostenible", en el que las empresas puedan crear nuevos equipos utilizando materiales de los antiguos.
    Además, los viejos equipos encierran componentes de gran valor, como oro, plata y platino, utilizados por su estabilidad y capacidad conductora en ordenadores y portátiles.
    Otro problema es la exportación ilegal de basura tecnológica desde los países ricos, especialmente de EE. UU. y Europa, a los pobres, donde esos residuos pone en riesgo la vida de los trabajadores que desguazan los equipos sin la debida protección.
    Según estimaciones de la Agencia Europea de Medio Ambiente, al menos 250.000 toneladas de desechos electrónicos salen cada año de la Unión Europea de forma ilegal como bienes de segunda mano, cuando en realidad son productos inutilizables.

    fuente:http://ecodiario.eleconomista.es/tecnologia/noticias/6210766/11/14/Naciones-Unidas-advierte-La-basura-electronica-es-una-bomba-de-relojeria.html#.Kku8HBTSKjKAyoO

    martes, 28 de octubre de 2014

    Residuos electrónicos

    Los residuos electrónicos son hoy en América Latina, como en el mundo, un problema que crece al ritmo de la innovación tecnológica y los modelos de consumo reinantes. Los niveles de generación de residuos aumentan significativamente en la región y los diferentes actores involucrados lo abordan con diferentes estrategias, desde la creación de espacios institucionales, la difusión de reflexiones académicas e iniciativas legislativas y de regulación en los diferentes países.
    basura
    Por Florencia Roveri, de Nodo TAU para APCNoticias.
    Solo convocar la imagen de una montaña de computadoras en desuso, lleva a pensar en diferentes temas. Puede llevar a ver el problema de la basura en el mundo y la necesidad de reducir los montos por los espacios físicos que ocupan. También puede invitar a dimensionar los peligros acumulados en esa montaña que incluye materiales tóxicos y por ende pensar en la salud de quienes viven cerca y quienes deberán manipularlas. O tal vez nos lleve a registrar el contraste que hay entre todo ese cúmulo de tecnología desechada y los miles de personas que aún no acceden a una computadora.
    Se trata entonces, de un problema con diversas aristas. Un problema relacionado con los modelos del consumo, de cuidado del medioambiente, de salud de la población, de distribución de la riqueza y también de acceso al conocimiento. Si bien la basura electrónica involucra a una gran variedad de aparatos, especial preocupación despiertan las tecnologías de información y comunicación porque es la industria de más rápida obsolescencia, porque tienen un alto grado de innovación en el diseño de los dispositivos, ya sea en cuanto a materiales, tamaño, velocidad o prestaciones. Los aparatos son reemplazados cada vez con mayor frecuencia por otros similares, más pequeños, más rápidos, más chatos, con más servicios.
    El aumento de las cifras en la región es indiscutible. En América Latina, los desechos electrónicos o RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos) se pronostica que crecerán un 17,5 por ciento en los próximos años, de 4.22 kilotones en 2012 a 4.96 kilotones en 2015, según datos de laUniversidad de Naciones Unidas. En números de producción se destacan Brasil con más de 1600 kilotones, México con 1200 kilotones y Argentina con alrededor de 500. Según la misma fuente en 2012 se generaron alrededor de 50 millones de toneladas de desechos eléctricos y electrónicos. Debido al aumento del uso de la tecnología móvil, esta cifra ascenderá a los 57 millones en 2015, de los cuales alrededor del 9% – unos 5 millones – corresponderá a los países de América Latina y el Caribe.
    Reciclado, recupero, reuso y responsabilidades
    El reciclado y recupero de los RAEE está relacionado con un modelo de desarrollo sustentable, que involucre políticas de cuidado del medio ambiente, y también un consumo responsable que revise prácticas muy arraigadas en nuestra cultura. “Los tres pilares que sirven de base para construir una responsabilidad de RAEE en las sociedades, son las políticas públicas, el principio de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) y el compromiso ciudadano” enumera Gustavo Protomastro, experto argentino, en el libro Los residuos electrónicos: un desafío para la sociedad del conocimiento en América Latina y el Caribe. En la misma edición Federico Monteverde, de Uruguay, define al tema como capilar “ya que las responsabilidades son transversales a todos los actores, en distintos niveles de constitución de lo político y lo social”.
    Una primera instancia en la que se puede abordar el tema es en la producción de los aparatos. Los aparatos tecnológicos contienen metales pesados como cadmio, bromo, mercurio, arsénico y plomo que generan sustancias químicas tóxicas y contaminantes. Al mismo tiempo, materiales valiosos que van desde plásticos hasta metales como oro, plata, platino o cobre, que pueden ser recuperados.
    Respecto de los materiales tóxicos, numerosos países adhieren a la medida llamado Rosh – del inglés restriction of hazardous substances –, que restringe el uso de sustancias contaminantes en la industrialización. En cuanto a los materiales que tienen un valor económico, se utiliza hoy el concepto de “minería urbana” para definir la acción de recuperar minerales en los RAEE y reinsertarlos en una economía circular. Esto implica, según Gustavo Protomosatro, la modernización de la industria de los residuos y la capacitación de los recicladores.
    En un segundo nivel, cuenta con mucho reconocimiento y difusión como política pública, la responsabilidad extendida del proveedor (REP) que es la retoma de productos por parte del proveedor a su costo, un mecanismo que induce a los proveedores a diseñar productos menos contaminantes y a su vez a prever estrategias que faciliten el reciclado. El informe e-waste en América Latina, recientemente difundido por la GSMA (Global System Mobile Association) que representa a los operadores móviles del mundo, revisa diferentes iniciativas de recupero en América Latina. El estudio de casos incluye proyectos de Uruguay, Panamá, Perú, Chile, México, Brasil, Argentina, Ecuador y El Salvador desarrollados entre 2009 y 2013. El informe destaca el papel que los operadores móviles están jugando para mejorar la gestión de los desechos electrónicos en toda la región a través de proyectos que realizan de forma voluntaria. A la vez destaca la carencia de marcos regulatorios referidos específicamente a los desechos electrónicos.
    En un tercer lugar aparece el re-uso, esto es la extensión de la vida útil de los equipos. En ocasiones estos emprendimientos están asociados al reacondicionamiento para apoyar la reducción de la brecha digital. Existen en América Latina experiencias que abordan el problema desde la perspectiva social, brindando una solución técnica al problema del reciclado pero haciendo foco en el recupero de los aparatos para iniciativas sociales.
    En cuanto a las políticas públicas, los países de la región cuentan con dispares recorridos en la materia pero el tema ha ingresado en las agendas de los gobiernos. “Las montañas de RE están creando un problema ambiental a nivel global, al tiempo que las naciones, las empresas y los gobiernos locales enfrentan el desafío de asegurar una disposición segura de los equipos descartados. Se advierte, no obstante, una presión global para solucionar el problema de los desperdicios electrónicos de una forma responsable con el medio ambiente, señala Monteverde.
    En relación al compromiso ciudadano, la problemática involucra también elconsumo sustentable, que es una tarea de toda la sociedad, desde el desarrollo de productos sustentables hasta su reciclaje al fin de su vida útil. En este punto final se vuelve fundamental el acceso a la información, a mensajes claros en cuanto al valor del recupero, y en información precisa sobre procedimientos de reciclado. Recursos informativos comowww.dondereciclo.org.ar resultan un ejemplo de posible acción en ese sentido.
    Articulaciones regionales
    En la última década el tema fue adquiriendo visibilidad institucional en la región, en un contexto de creciente, aunque aún insuficiente, toma de conciencia respecto del cuidado del medio ambiente. Con los problemas asociados a los niveles de consumo de tecnología por un porcentaje cada vez mayor de la población que, si bien avanza en la inclusión digital y favorece el acceso a la información y el conocimiento, sobrevienen también aspectos negativos e indeseables. En el año 2004 el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC) apoyó el Proyecto de investigación aplicada sobre reciclaje de computadores en América Latina y el Caribe, liderado por la organización chilena SUR Corporación de Estudios Sociales y Educación. El proyecto se inició con el objetivo de revisar la llegada a la región de tecnología usada en países desarrollados y evaluar la calidad de lo que estaba ingresando.
    En ese contexto se creó la Plataforma regional sobre residuos electrónicos de PC en Latinoamérica y el Caribe (RELAC) con el objetivo de fomentar, articular y difundir iniciativas que promuevan soluciones para la prevención, adecuada gestión y correcto tratamiento final de los residuos electrónicos de computadoras en Latinoamérica.
    Uca Silva es una referente de la región en TIC, residuos electrónicos y reciclaje de computadoras. Proveniente del campo de la comunicación, es la responsable de RELAC. Actualmente es además consultora de UNID, un proyecto de Naciones Unidas para el desarrollo industrial sobre residuos eléctricos y electrónicos en países de la región. Entrevistada con el fin de recorrer la historia y conocer el avance del tema en la región, Silva relata que “la Plataforma se inicia con apoyo de IDRC para un proyecto de computadores para educar. La preocupación central era que estaban ingresando a través de donaciones de países desarrollados tecnología que no estaba del todo claro si incluía algún tipo de basura” narra Uca. Luego de realizar las investigaciones y generar proyectos de reacondicionamiento, verificaron quiénes recibían y quiénes mandaban esas donaciones. “Eran generalmente proyectos sociales bien constituidos pero en ese proceso nos dimos cuenta que se iniciaba un nuevo problema en Latinoamérica que era el de los residuos electrónicos”. Y aclara: “Decimos ‘residuos’ y no ‘basura’ porque los residuos están compuestos por elementos de valor. Al mismo tiempo tienen elementos que son tóxicos, contaminantes y peligrosos que deben tratarse”.
    El apoyo de IDRC se extendió hasta el año 2012 y permitió que el tema se instale en la región. Uca distingue como producto de esa asociatividad, “el tema de la sociabilidad, porque empezamos a trabajar con públicos, privados, nacionales, internacionales, con una articulación de actores de distinta índole, lo cual hizo que ganemos impacto”. Luego se sumó el EMPA (Instituto Federal Suizo de Investigación y Prueba de Materiales y Tecnologías).
    Se realizaron diversas reuniones en distintos países y hubo encuentros en Brasil, Costa Rica, México, Panamá, mientras que la institucionalización del tema iba en aumento. En 2006 la Organización de Estados Americanos expresó en la Declaración de Santo Domingo: Gobernabilidad y desarrollo en la sociedad del conocimiento, “su voluntad de cooperar y de establecer medidas adecuadas para prevenir y mitigar el impacto ambiental de los productos relacionados con las TIC durante su ciclo de vida y en la etapa de su reciclaje y desecho, de conformidad con el derecho internacional”. En el mismo año se firmó el Acuerdo de políticas del Mercosur, que mandaba a sus estados miembro (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) a tomar medidas nacionales que aseguren que los productores e importadores asuman la responsabilidad por sus productos luego de la venta y uso.
    En 2008, durante la Conferencia Ministerial de San Salvador en el marco del Plan de acción regional de eLAC2010 se aprobó la creación de un grupo de trabajo sobre residuos tecnológicos en busca de cumplir con el objetivo 82 de la Conferencia de “promover el diseño de estrategias nacionales y la reglamentación sobre el manejo de los residuos tecnológicos para responder al impacto ambiental que causan y aprovechar su potencial en programas de reciclaje y reacondicionamiento, entre otros, así como crear un grupo de trabajo sobre este tema”.
    Párrafo aparte merece la convocatoria que también en 2008 realizaron de manera conjunta RELAC y el sector de comunicación e información de la Oficina regional de ciencia de la UNESCO para América Latina y el Caribe. La propuesta fue el seminario “Residuos electrónicos: un nuevo desafío de la sociedad de la información” en San Isidro, Argentina, con el objetivo de intercambiar experiencias y sumar aportes de expertos/as de países del MERCOSUR y de la región. Del intercambio surgen las Recomendaciones de San Isidro, un documento que incluye acciones a realizar y compromisos asumidos por quienes participaron.
    “El trabajo con UNESCO en San isidro fue realmente interesante porque abordó especialmente el desarrollo de las tecnologías de información y comunicación” subraya Uca Silva. “Cuando se habla de residuos electrónicos generalmente se involucran 10 o 12 categorías, que abarcan desde los monitores a la línea blanca, la línea marrón o la línea gris. En general las reuniones, excepto la primera que hicimos por el tema de las donaciones y los programas de computadoras para educar, tratan sobre los sistemas de gestión de residuos en general y los ciclos de vida. El trabajo con UNESCO se enfocó en las computadoras, el desarrollo de la sociedad de la información y su responsabilidad”. Las ponencias de dicho encuentro se encuentran recopiladas en un libro que incluye además la legislación en debate en aquel momento en América Latina y el documento de recomendación producto de la reunión.
    En la misma línea, en marzo de 2011 se realizó en Medellín, Colombia, una reunión internacional sobre “Armonización regional para la gestión de los RAEE en América Latina”. En esa reunión se produjo un documento tituladoLineamientos para la gestión de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) en Latinoamérica que “es el producto más relevante que tiene la plataforma RELAC” según Uca. “El documento incluye guías para formular un modelo de gestión integral de residuos eléctricos y electrónicos, con referencia a todo un conjuntos articulado de operaciones y regulaciones operativas, financieras, educativas, y de monitoreo. Desde la producción de los aparatos o de los equipos, hasta la disposición final. Tiene los conceptos y las figuras más relevantes de la gestión integral. Es un diálogo público-privado y es también una propuesta de trabajo”.
    De la elaboración del documento participaron representantes de 14 gobiernos latinoamericanos, 8 participantes del sector privado y 6 organizaciones de la sociedad civil. Contó también con la participación de representantes regionales del Convenio de Basilea, que regula el movimiento transfronterizo de residuos peligrosos. Excepto las representaciones nacionales, Silva destaca que las demás fueron todas representaciones regionales. “Cuando participan Dell o Sony, lo hacen las representaciones de Latinoamérica, lo cual es interesante porque el trabajo adquiere un nivel más macro”.
    Silva sostiene que el impacto de estas reuniones en cuanto a políticas públicas es muy alto. Este documento fue utilizado en la definición de políticas públicas de varios países, especialmente en países que no tienen muy elaborados sus sistemas normativos. A su vez la Plataforma, como proyecto de registro de información, es un referente de información y comunicación sobre el tema. “Pero lo más valioso de las reuniones es la posibilidad de juntar en un espacio y armar diálogo entre sectores públicos, privados y sociedad civil”, agrega.
    Hay 6 países en la región que cuentan con legislación: México, Costa Rica, Brasil, Chile, Perú y Ecuador. Y de alguna manera Argentina que tiene leyes provinciales. Son entonces 7 países que en distinto grado y forma tienen regulaciones. No hay ninguna igual a la otra en el tema de las normativas de residuos electrónicos. De acuerdo a la entrevistada, el país que está haciendo su trabajo normativo más intenso es Perú y es el último que ha implementado norma. Brasil, de otro orden, ya está discutiendo otros temas como la revalorización y el tema de poder tener refinerías. “Un gran tema para Latinoamérica porque implica recuperar material de valor que hoy se hace afuera. Hoy esos elementos de valor se envían a refinar a Bélgica. Eso eleva costos, por supuesto. Nuestra dependencia en la minería secundaria o minería urbana es bastante grande. Entonces hay una gran preocupación, un deseo de innovar en Latinoamérica que tiene que ver con la posibilidad de implementar refinería acá. Claro que la situación no es la misma en cada país”, destaca Uca.
    América Latina ha sido redescubierta en esta área hace poco tiempo. Hace dos o tres años que han entrado actores internacionales porque se dieron cuenta de que hay una generación de residuos bastante grande y que tienen valor. Poder y negocios son dos temas relevantes cuando se habla de residuos electrónicos.
    Es destacable como un eje importante en el tema la gran innovación que presenta el campo de las TIC, ya que es la innovación la que exige el recambio, cada vez más y en menos tiempo. Otra arista es la producción de equipos en proyectos de inclusión digital, como es el caso del Plan Ceibal en Uruguay o Conectar Igualdad en Argentina, que hacen una provisión relevante de computadoras en los colegios y eso debe ir acompañado de una política de recuperación. La publicación Gestión de RAEE derivados de proyectos de dotación masiva de equipamiento destaca, en este sentido, los proyectos de dotaciones masivas en Perú, Argentina, Venezuela y Ceibal.
    Al mismo tiempo, el tema de la brecha digital fue quedando afuera porque todos los proyectos de reacondicionamiento no están recuperando equipos. Y las organizaciones compran equipos, por el bajo costo y la poca duración de los proyectos. “El tema es cómo resolvemos eso, que se contradice con lo que decimos del reuso y la recuperación. Porque sólo se recuperan los equipos que son fáciles de recuperar. Hay otros equipos que no es posible recuperar, porque no se consiguen las partes por ejemplo. Hay muchos gestores nuevos que están en una etapa innovadora, generalmente son PYMES con gente joven que está haciéndolo con mucho esfuerzo. Y a la vez están trabajando con las grandes empresas norteamericanas y canadienses que son las que recuperan y se llevan muchos elementos”, señala Uca.
    De los 22 países en Latinoamérica, sólo 6 tienen legislación. Los sectores informales son uno de los principales responsables de la recuperación de los residuos. “Y ese es un riesgo bastante grande porque recogen los elementos de valor y tiran lo demás”, advierte Silva. Esto significaria no tener un tratamiento final para los residuos peligrosos como las lámparas de mercurio de bajo consumo, que deben tener un tratamiento de mayor cuidado y no se deben tirar a la basura. “Son innovaciones tecnológicas que traen algunos riesgos que la población tiene que saber. No solamente se pueden mostrar los beneficios”, agrega.
    En cuanto a buenas prácticas en América Latina, Silva indica que pueden encontrarse en las empresas que hacen procesos integrales y gestionan todo el recupero, si bien reconoce que en Latinoamérica el tema de la prevención no es tan claro. Otra buena práctica que destaca es la de trabajar los residuos en su fuente. Por último, el reuso: reusar y no desechar.
    Queda mucho por hacer en la región. Al respecto, Silva señala que “hay puntos bastante débiles en términos de sensibilizar, de educar a cada población en lo que esto significa. Los mensajes han sido confusos. La gente no sabe quién recupera, quién gana, la gente no quiere botar sus cosas porque las considera de valor, no quiere regalar cosas de valor, y tampoco quiere regalar a alguien que va a ganar dinero con eso. Esto demuestra que hay que definir temas muy claramente, sobre todo en nuestra región donde la cultura de la gestión del reciclaje o la cultura de la sustentabilidad se está recién armando”.