jueves, 30 de agosto de 2012

LOS INCENDIOS DEL VERANO 2012.



La tragedia de los incendios en nuestros bosques, además de la evidente pérdida dramática por el fallecimiento de personas, va mucho más allá de la destrucción de árboles. Los bosques, recuerda Ecologistas en Acción, ofrecen una variedad muy grande de servicios útiles para las personas y desempeñan múltiples funciones ecológicas que son imposibles de cuantificar económicamente.
Por un lado, es evidente que los fuegos provocan una pérdida económica directa para los propietarios del monte, también para la población cuyas propiedades (casas, pastos, infraestructuras agrícolas, etc.) son devorados por las llamas. Pero el efecto económico es muy superior si se tienen en cuenta algunos de los servicios del bosque que son cuantificables. Leña, setas, frutos silvestres, corcho, resina, caza o pesca son algunos de los productos obtenidos directamente de los ecosistemas forestales.
Pero la economía de muchas comarcas también depende del turismo vinculado a la naturaleza, así que un incendio que destruya un paisaje también puede arruinar económicamente pueblos enteros por el descenso del turismo. Podría ser el caso de las poblaciones situadas alrededor de los parques nacionales. Así, las llamas quemaron este verano 426 hectáreas en Doñana, 300 en Cabañeros y 900 en Garajonay, de las cuales 100 de bosque maduro insustituible.
Asimismo, por otro lado, otros servicios que se pierden con los incendios, y que repercuten directamente en factores económicos, son la formación y captación de humedad que ayuda a generar lluvias, favorece la depuración del aire y la generación de oxígeno, la formación y mantenimiento de suelo fértil, etc.
Pero los bosques son mucho más que servicios económicamente valiosos para la sociedad. Son ecosistemas complejos que desarrollan funciones fundamentales aunque no tengan un valor de mercado: regulación climática, fotosíntesis, hogar y alimento para cientos de especies, además de mejorar la calidad de vida da la población de su alrededor, o permitir lugares para el esparcimiento, el ocio y el deporte sano.
Por tanto, cuando se quema un bosque, se pierde mucho más que lo que se ve a primera vista: los árboles.
Teniendo en cuenta la complejidad y multifacetismo de los bosques, las soluciones a los incendios basadas en la "limpieza" masiva son una contradicción si se quiere tener un ecosistema sano y maduro, además de ser una medida cara y con una eficacia limitada más allá de en ciertas bandas de protección. Tampoco las propuestas de la patronal papelera (ENCE) de explotar masivamente los bosques y aprovechar toda la biomasa para generar electricidad son una solución total y adecuada para Ecologistas en Acción, porque si hablamos de bosques maduros, toda la biomasa cumple una función ecológica.
A menudo son las enormes plantaciones forestales de pinares y eucaliptales, que difícilmente se pueden considerar bosques, las responsables en última instancia tanto del empobrecimiento biológico del monte como de la propagación rápida de los incendios. No obstante todo ello, es cierto que las centrales de biomasa, pequeñas y en lugares concretos, pueden ser una interesante fuente de energía limpia (aprovechando también restos de la agricultura, por ejemplo).

Fuente: Ecologistas en Acción

miércoles, 22 de agosto de 2012

FUENTES DE CONTAMINACIÓN



No toda la contaminación que llega a la atmósfera está causada por el hombre. Sin embargo, en la mayoría de los casos, las fuentes de contaminación más importantes y perjudiciales para el medio ambiente se derivan de nuestras acciones y actividades económicas.
En general, las fuentes de la contaminación se pueden clasificar según diversos criterios. En función de su procedencia encontramos:
  • Fuentes biogénicas: vegetación y volcanes.
  • Fuentes antropogénicas:
1. Fuentes fijas: industriales (combustión y otros procesos industriales), domésticas (combustión de calefacciones) y tratamiento de residuos.

2.    Fuentes móviles: automóviles, aviones, barcos y maquinaria móvil.

Las fuentes que emiten contaminantes a la atmósfera no son las mismas en todos los sitios y la contaminación que soporta la atmósfera varía mucho en función de las características de cada zona. Concretamente, los datos de fuentes de contaminación en la ciudad de Madrid según el inventario de emisiones son los siguientes:

Fuentes emisoras de
contaminantes
Óxidos de
nitrógeno (%)
Partículas
(%)
Monóxido de
 carbono (%)
Óxidos de
azufre (%)
COV's (%)
Transporte por carretera
77
72,8
91,4
17,3
33,2
Plantas de combustión no
industrial (calderas de
comercios, viviendas,
oficinas)
6,5
13,2
5,4
68,5

Plantas de combustión
industrial
5,7


7,4

Otros modos de transporte
y maquinaria móvil
7,1
5,5
2,1


Uso de disolventes y
otros productos




53,5

Fuente: mambiente.munimadrid.es

martes, 7 de agosto de 2012

Chatarra electrónica.



La chatarra electrónica o basura tecnológica es un conjunto de residuos considerados peligrosos, provenientes de ordenadores, teléfonos móviles, televisores y electrodomésticos en general, que han sido consumidos o descartados. La recuperación de los elementos valiosos que contiene justifica el reciclado de muchos de sus componentes, como el cobre de los cableados. Su tratamiento inadecuado ocasiona graves consecuencias para el medio ambiente y para los que se dedican a ello en condiciones precarias, muchas veces en países del tercer mundo con políticas medioambientales menos rigurosas hacia los que se exporta con ese fin.

Consecuencias para los problemas ambientales
Colocar este tipo de residuos en la basura, o dejarlos en manos de cartoneros, es poner en riesgo la salud de las personas y del ambiente, debido a que contienen componentes peligrosos como el plomo en tubos de rayos catódicos y soldadura, arsénico en tubos de rayos catódicos más antiguos, trióxido de antimonio, retardantes de fuego, etc.
Mientras el móvil, el monitor y el televisor están en su carcasa no generan riesgos de contaminación. Pero cuando se mezclan con el resto de la basura y se rompen, esos metales tóxicos se desprenden y pueden resultar mortales.

Ciclo de vida del material informático
Desde que en la década de los 90 el precio de los ordenadores cayó en picado, mucho disponen de algún ordenador en casa y en el trabajo. Aunque la vida útil de estos equipos se estima en diez años, al cabo de unos tres o cuatro ya han quedado obsoletos debido a los requerimientos de los nuevos programas y las nuevas versiones de los sistemas operativos. Adquirir un nuevo equipo informático es tan barato que abandonamos o almacenamos un ordenador cuando todavía no ha llegado al final de su vida útil, para comprar otro nuevo, desconociendo el enorme coste ecológico que comporta tanto la producción como el vertido de ordenadores.

Los residuos electrónicos de los equipos informáticos generan una serie de problemas específicos:
- Son tóxicos. Los componentes tóxicos más comunes son el plomo, el mercurio, y el cadmio. También llevan selenio y arsénico. Al ser fundidos liberan toxinas al aire, tierra y agua.
- Se suelen llevar a países del tercer mundo. Es rentable hacerlo, así que la basura informática que nosotros producimos, se envía a países del tercer mundo que se convierten en receptores de nuestra contaminación. En estos países puede haber muchas personas empleadas en extraer los componentes valiosos de un ordenador

¿Donde y para que se usa esos elementos encontrados en la basura electrónica?
Plomo: en soldaduras, Monitores CRT (Plomo en el cristal), en los tubos de rayos catódicos y Baterías lead-acid.
Estaño: soldaduras
Cobre: cables de cobre, en circuitos impresos
Aluminio: En las carcasas y como disipadores de calor
Hierro: acero, carcasas.
Silicio: en cristales, transistores, tableros de circuitos impresos
Níquel: en baterías recargables de níquel-cadmio
Cadmio en tableros de circuitos y semiconductores, en baterías recargables de níquel-cadmio
Litio: Baterías de litio
Zinc: en galvanoplastia de piezas de acero
Oro: recubriendo conectores.
Germanio: En los años 50 y 60 se lo encontraba en transistores electrónicos.
Mercurio: en interruptores y cubiertas, tubos fluorescentes
Azufre: Baterías Lead-acid
Carbono: Acero, plásticos, resistores. En casi todo el equipo electrónico.
Arsénico en tubos de rayo catódico más antiguos
Antimonio: como tritóxido retardantes de fuego
Bromo: en cubiertas policromadas retardantes de flamas para cubiertas, cables y tableros de circuitos
Selenio en los tableros de circuitos como rectificador de suministro de energía
Cromo: en el acero como anticorrosivo
Cobalto: en el acero para estructura y magnetividad.

Fuente: Ecología


miércoles, 1 de agosto de 2012

Plan Renove para ahorrar y conseguir la máxima eficiencia energética


En el 2010, el Plan Renove de Electrodomésticos de Extremadura reduce el consumo eléctrico en 6.350 megavatios anuales
En el marco del Plan de Acción de la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética del Gobierno español, el Plan hizo posible que los extremeños ahorrasen  600.000 euros, así como de la emisión de más de 5.000 toneladas.
Según Manuel García, jefe de servicio de la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente, ese año el presupuesto destinado a la renovación de los aparatos de electrodomésticos, 1,5 millones de euros, se agotó el 3 de agosto, casi dos meses antes de finalizar la convocatoria, si bien, ésta permanecerá abierta hasta el 30 de septiembre en el caso de la adquisición de aparatos de aire acondicionado, que cuenta con una dotación adicional de 500.000 euros.
Con ese importe, la Consejería, en colaboración con el Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético (IDAE), subvencionó la compra de 15.230 electrodomésticos de alta eficiencia energética (clase A, A+ ó A++), que tienen un ahorro medio sobre el consumo anual de energía de entre 200 y 400 kilowatios/hora, en función del tipo de aparato y de su potencia eléctrica.
El objetivo del Plan Renove es incentivar la retirada de las viviendas de los aparatos antiguos, fabricados cuando no existía la obligación de etiquetarlos energéticamente, y sustituirlos por otros con la máxima eficiencia energética; junto con la obligatoriedad de entregar el aparato que se sustituye para su posterior reciclado, según el procedimiento establecido.
El citado plan es una de las 23 medidas que la Junta de Extremadura desarrolla en materia de ahorro y eficiencia energética en diversos sectores.
A esta cuarta convocatoria, se adhirieron 238 establecimientos extremeños, en los que se aplicó la subvención de entre 85 y 125 euros para la compra de electrodomésticos, y entre 150 y 500 euros en el caso de los equipos de aire acondicionado doméstico.
Fuente: Eco-Raee