La chatarra electrónica o basura tecnológica es
un conjunto de residuos considerados peligrosos, provenientes de ordenadores,
teléfonos móviles, televisores y electrodomésticos en general, que han sido
consumidos o descartados. La recuperación de los elementos
valiosos que contiene justifica el reciclado de muchos de sus componentes, como
el cobre de los cableados. Su tratamiento inadecuado ocasiona graves
consecuencias para el medio ambiente y para los que se dedican a ello en
condiciones precarias, muchas veces en países del tercer mundo con políticas
medioambientales menos rigurosas hacia los que se exporta con ese fin.
Consecuencias para los problemas
ambientales
Colocar este tipo de residuos en la
basura, o dejarlos en manos de cartoneros, es poner en riesgo la salud de las
personas y del ambiente, debido a que contienen componentes peligrosos como el
plomo en tubos de rayos catódicos y soldadura, arsénico en tubos de rayos
catódicos más antiguos, trióxido de antimonio, retardantes de fuego, etc.
Mientras el móvil, el monitor y el
televisor están en su carcasa no generan riesgos de contaminación. Pero cuando
se mezclan con el resto de la basura y se rompen, esos metales tóxicos se
desprenden y pueden resultar mortales.
Ciclo de vida del material informático
Desde que en la década de los 90 el
precio de los ordenadores cayó en picado, mucho disponen de algún ordenador en
casa y en el trabajo. Aunque la vida útil de estos equipos se estima en diez
años, al cabo de unos tres o cuatro ya han quedado obsoletos debido a los
requerimientos de los nuevos programas y las nuevas versiones de los sistemas
operativos. Adquirir un nuevo equipo informático es tan barato que abandonamos
o almacenamos un ordenador cuando todavía no ha llegado al final de su vida útil,
para comprar otro nuevo, desconociendo el enorme coste ecológico que comporta
tanto la producción como el vertido de ordenadores.
Los residuos electrónicos de los equipos informáticos generan una serie de problemas específicos:
Los residuos electrónicos de los equipos informáticos generan una serie de problemas específicos:
- Son tóxicos. Los componentes tóxicos
más comunes son el plomo, el mercurio, y el cadmio. También llevan selenio y
arsénico. Al ser fundidos liberan toxinas al aire, tierra y agua.
- Se suelen llevar a países del tercer
mundo. Es rentable hacerlo, así que la basura informática que nosotros
producimos, se envía a países del tercer mundo que se convierten en receptores
de nuestra contaminación. En estos países puede haber muchas personas empleadas
en extraer los componentes valiosos de un ordenador
¿Donde y para que se usa esos elementos encontrados en la basura electrónica?
¿Donde y para que se usa esos elementos encontrados en la basura electrónica?
Plomo: en soldaduras, Monitores CRT
(Plomo en el cristal), en los tubos de rayos catódicos y Baterías lead-acid.
Estaño: soldaduras
Cobre: cables de cobre, en circuitos impresos
Aluminio: En las carcasas y como disipadores de calor
Hierro: acero, carcasas.
Silicio: en cristales, transistores, tableros de circuitos impresos
Níquel: en baterías recargables de níquel-cadmio
Cadmio en tableros de circuitos y semiconductores, en baterías recargables de níquel-cadmio
Litio: Baterías de litio
Zinc: en galvanoplastia de piezas de acero
Oro: recubriendo conectores.
Germanio: En los años 50 y 60 se lo encontraba en transistores electrónicos.
Mercurio: en interruptores y cubiertas, tubos fluorescentes
Azufre: Baterías Lead-acid
Carbono: Acero, plásticos, resistores. En casi todo el equipo electrónico.
Arsénico en tubos de rayo catódico más antiguos
Antimonio: como tritóxido retardantes de fuego
Bromo: en cubiertas policromadas retardantes de flamas para cubiertas, cables y tableros de circuitos
Selenio en los tableros de circuitos como rectificador de suministro de energía
Cromo: en el acero como anticorrosivo
Cobalto: en el acero para estructura y magnetividad.
Cobre: cables de cobre, en circuitos impresos
Aluminio: En las carcasas y como disipadores de calor
Hierro: acero, carcasas.
Silicio: en cristales, transistores, tableros de circuitos impresos
Níquel: en baterías recargables de níquel-cadmio
Cadmio en tableros de circuitos y semiconductores, en baterías recargables de níquel-cadmio
Litio: Baterías de litio
Zinc: en galvanoplastia de piezas de acero
Oro: recubriendo conectores.
Germanio: En los años 50 y 60 se lo encontraba en transistores electrónicos.
Mercurio: en interruptores y cubiertas, tubos fluorescentes
Azufre: Baterías Lead-acid
Carbono: Acero, plásticos, resistores. En casi todo el equipo electrónico.
Arsénico en tubos de rayo catódico más antiguos
Antimonio: como tritóxido retardantes de fuego
Bromo: en cubiertas policromadas retardantes de flamas para cubiertas, cables y tableros de circuitos
Selenio en los tableros de circuitos como rectificador de suministro de energía
Cromo: en el acero como anticorrosivo
Cobalto: en el acero para estructura y magnetividad.
Fuente: Ecología