jueves, 18 de septiembre de 2014

Convertir ruedas viejas en baterías

Hacer algo con los mares de neumáticos usados que generamos es una de las mayores preocupaciones de la industria del motor. Sólo en España, desechamos más de 300.000 toneladas, que aún siendo unsa salvajada, es menos de la mitad de los que tira Alemania a la basura.
Recuperarlas en alguna de sus dos formas (material derivado del caucho o directamente, energía para plantas cementeras o productoras de electricidad), es algo que se lleva haciendo con bastante éxito bajo programas nacionales (Signus) e internacionales, y aunque en el fondo y mirando mal lo que hacemos las sociedades de paganinis (porque con la venta de cada neumático, pagamos una tasa) es regalar combustible y material a industrias que desconocemos, por lo menosno terminan ardiendo en piras de negro humo como en el pasado. 
Sin embargo, la cosa puede ir más allá que hacerlas trocitos para su uso en la industrial del plástico o los asfaltos, o prenderles fuego en condiciones controladas para calentar calderas sin que haya humos: de sus enlaces químicos, podemos extraer componentes para baterías. 
Y hasta aquí ha llegado el laboratorio nacional de Oak Ridge, en Alabama, una institución nacional en la batalla que tienen los Estados Unidos desde la época del presidente Clinton en acabar de alguna forma con las emisiones de gases de efecto invernadero. Experimentando con diversas formas de romper los enlaces químicos para un mejor reciclaje de las gomas, han patentado un proceso que combina todos los que se venían usando hasta ahora y que tiene como resultado un producto de gran valor: el ánodo de las baterías de ion litio que usan los coches eléctricos. 

Para ello, primerotrituran el neumático hasta dejarlo prácticamente en polvo. Después lo tratan con una serie de compuestos químicos comerciales, y le aplican una purificadoraración de fuego. Pero no un fuego cualquiera: uno llamado ”pirolítico”, que quema los neumáticos pero sin oxígeno. ¿Te suena la limpieza de los nuevos hornos de cocina? Pues algo parecido, pero a lo bestia. 
Lo interesante de un proceso pirolítico, es que se pueden rescatar muchos materiales que se consumen si sólo hay fuego abrasador, fuego normal. Muchos de los compuestos originales de un neumático vuelven a ser plenamente reutilizables y el carbono, es uno de ellos. Y es de tal calidad, que sirve perfectamente como una de las piezas fundamentales de las baterías de alto rendimiento: el llamado ánodo, o parte negativa de los elementos que un acumulador que puestos en comunión química, guardan la electricidad. 
Este material supone entre el 11 y el 15% de la demanda de la industria de acumuladores. Y los ciclos de carga y descarga que soportan estos ánodos extraídos de diminutos fragmentos de neumáticos, son de mayor intensidad y efectividad que los de procedencia estándar. 
Así que de lo malo, quizá en el futuro cercano no tengamos que seguir sacando por toneladas, materias primas de países en vías de desarrollo con el único fin de tranquilizar nuestras conciencias eco-eléctricas. 
Más información: en la página web del laboratorio.